Se trata de los profesores Pablo Maturana y Rodrigo reyes quienes fueron considerados en esta instancia para dar su opinión de expertos ante el innovador prototipo de viviendas sociales presentados por Fundación TECHO y el Ministerio de Vivienda y Urbanismo.
Tanto el estallido social como la pandemia de COVID-19 han dejado al descubierto una realidad que siempre ha estado presente, pero de la que no nos estábamos haciendo cargo: desigualdad. Uno de los muchos aspectos donde esta se expresa es en el acceso a viviendas de familias en situación de vulnerabilidad. Esto movió a Fundación TECHO en conjunto con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo para desarrollar un prototipo a escala real de vivienda social donde se plantea el cómo con los escasos recursos que se dan para vivienda social se pueda responder con industrialización en construcción aumentando sus metros cuadrados.
Esta iniciativa busca ser un aporte para mejorar el estándar de las viviendas sociales tal como las concebimos hasta ahora, planteando la industrialización a través del uso de hormigón prefabricado. De tal forma que se tiene acceso a un material de alta calidad y mucho mejor durabilidad que los actuales, y se consiguen grandes espacios desde un principio. Del mismo modo, la estructura se entrega en forma parcialmente terminada para que las propias familias logren terminarla, acelerando muchísimo el proceso para que quienes más lo necesiten puedan contar con ellas en un plazo diametralmente menor que el actual. En este sentido, el prototipo presentado es bastante disruptivo pues mejorar el sentido de urgencia, al mismo tiempo de aspirar a mayor calidad y espacio que el actual. Sin embargo, esta propuesta no está exento de desafíos. Los costos iniciales son un tema que se debe mejorar sustantivamente.
La problemática que este prototipo plantea resolver es
tener soluciones de emergencia pero definitivas en un país tan acostumbrado a los desastres naturales o artificiales, como terremotos, tsunamis, incendios, aludes, erupciones volcánicas, etc., que implican una rápida puesta en escena de soluciones habitacionales, muchas de las cuales se quedan en el sentido de urgencia provisoria, pasando a ser definitivas, pero que su calidad y durabilidad quedan rezagadas. Por otra parte, el tener una solución industrializada desde la primera línea de necesidades de la población, implicará una proliferación de la oferta de empresas que entren en la era de la construcción 4.0 o cuarta revolución industrial aplicada en el sector de la construcción, ya que se requerirán muchas más plantas de prefabricado distribuidas territorialmente, de acuerdo a las necesidades específicas de cada localidad.
El académico de Magíster en Construcción UC, Rodrigo Reyes destaca las oportunidades que esta invitación implican para nuestro programa. “Nuestro Magíster en Construcción tiene un fuerte acento en impulsar iniciativas de innovación desde la gestión pero también desde los materiales y nuevos sistemas constructivos, de tal forma que este vínculo directo que tenemos con iniciativas como esta, donde contamos con presencia no sólo de exalumnos de la UC, sino que aportamos como comunidad académica fuertemente ligada a estos desafíos, nos permite ser actores claves del cambio transformacional del bienestar de nuestra sociedad, de tal forma de seguir liderando la industria desde nuestro aporte y quehacer académico y del gran aporte que también pueden hacer nuestros egresados, al prepararlos para resolver desafíos tan relevantes de nuestros sector como el del que se hace cargo esta loable iniciativa realizada por TECHO y MINVU”.
Habiendo ya reconocido todas las características de este modelo, desde nuestro programa se puede seguir innovando en la gestión de proyecto de vivienda sociales, en la tecnología y materiales que se usan, buscando conectar a empresas que quieran mejorar sus sistemas constructivos y gestiones involucrando con problemáticas país, como es el caso del desafío de hacer viviendas sociales con un alto estándar.